20080611

Lo de Piedad es Intolerable

Alberto López Núñez

Que se denigre del Presidente de la República, en términos soeces para mí es injustificado, pero parece que en Colombia dentro del clima de polarización crispada que existe actualmente ha pasado a ser aceptado; que se descalifique de una política de defensa del Estado de Derecho y la Democracia, para mi es desfachatado, pero en una democracia se debe permitir la acción del adversario, siempre que sea dentro de los límites de esa misma democracia.

Pero que se pase del límite de la lucha democrática a considerar al Estado (diferente del gobierno) como mafioso, vituperar a las Fuerzas Armadas, y declarar al líder de una organización terrorista y que lucha con las armas contra el Estado de Derecho y la democracia, como las FARC, no es solamente una desfachatez, como titula SEMANA su último número “Deschavetada” con la foto de Piedad Córdoba. Esto es simplemente intolerable.

Repito no es solamente una desfachatez, aparte de una traición a la Patria, es un descomunal agravio al pueblo colombiano, víctima de decenas de miles de asesinatos cometidos por las FARC, de miles de soldados y civiles amputados por minas personales, de miles de secuestrados, de no se sabe cuantos menores incorporados por la fuerza a esa banda criminal, además de no se sabe cuantas niñas violadas y/o obligadas a relaciones sexuales no consentidas, amén del asesinato vil de 11 diputados secuestrados que fueron acribillados, cuando estaban esposados y acordonados.

Que todo es cúmulo de atrocidades sea cometido por cualquier ciudadano podría ser pasado, sea por falta de educación, incultura política, etcétera. Pero que eso sea cometido por una de las principales líderes políticas del país, Senadora de la República, es intolerable.

Pero lo que me preocupa más es la falta de una respuesta firme por parte del gobierno y la sociedad. Quizás por el prurito de no ser calificado de autoritario, el gobierno no ha hecho nada, ni siquiera una declaración de un ministro respondiendo a esa vil agresión de Piedad Córdoba al Ejercito y al pueblo colombiano; La Fiscalía y la Procuraduría no han abierto ninguna averiguación que es procedente; el Senado ni siquiera se ha hecho sentir involucrado en tal ruin acontecimiento; las declaraciones del ex Presidente Gaviria dan vergüenza , pareciera un regaño a un niño que se mete el dedo a la nariz, cuando procede una protesta severa del Senado ( no se si hay sanciones como la suspensión o expulsión, que de haberlas deberían ser aplicadas), la expulsión de Piedad Córdoba del Partido Liberal ha debido ser automática, y la expresión de protesta por entidades empresariales, estudiantiles, sindicales, en fin, de la Sociedad Civil, no se han manifestado.

Es por eso que el peor peligro de la democracia es su debilidad interna, su peor enemigo es interno. Piedad Córdoba hace todo lo que hace por que está segura de que terminará impune. Lo peor es que si hace lo que está haciendo por un sueño de ser candidata presidencial, eso si demuestra que está deschavetada, pues no lo será ni de los Liberales ni de los del Polo, quizás del Movimiento Bolivariano (FARC-PC3), pero allí perdería todo, pues no alcanzaría ni el 1% que es el apoyo que tiene las FARC, pues muchos no aceptarían una candidata “oligarca”, y lo peor es que ni el apoyo de Chávez tiene asegurado, pues este demente en cualquier momento le da la espalda, si le conviene, como ha hecho con tanto de sus más leales seguidores.

En conclusión, lo de Piedad es intolerable, y más aún la no respuesta que su acción ha tenido, por parte del gobierno, el Senado, la justicia y la sociedad.

20080603

Complot Internacional Anti-Uribe

El Presidente Álvaro Uribe ha sido el más eficaz en la historia contemporánea colombiana y por ello su record de persistente alta popularidad. Su Política de Seguridad Democrática ha transformado indefectiblemente a Colombia, pues le ha dado un piso cierto de seguridad a sus habitantes y a inversionistas nacionales y extranjeros, lo cual ha redundado en un clima de inversión sin precedentes, lo que finalmente ha incidido en la recuperación de la economía nacional.

Pero a mitad de su segundo período, se le acerca la etapa más difícil de su vida política : algunos de sus partidarios han lanzado la idea de aprobar otra reelección por referéndum, a la cual él inteligentemente no ha dado respuesta definitiva, otros de sus seguidores, atinadamente, como sus asesores Echeverri y Valencia desaconsejan esa idea, sin olvidar el “ poder detrás del trono”: la primera dama, Lina Moreno. Pienso que aún Uribe tiene tiempo, para finalmente desistir de esa idea, sin perder tan temprano su poder y pasar a ser un “ lame-duck”. Aunque insisto en que no es esa la mejor opción ni para él ni para Colombia, aunque eso sea tema para otro futuro artículo.

Lo que si es tema para este breve ensayo, es el inobjetable complot con el cual desde diversos frentes se le acecha a Uribe desde hace algún tiempo y que ha arreciado en las últimas semanas, este complot no tiene distingos ideológicos, pues ante la avasallante popularidad presidencial, las más distintas corriente ideológicas se han unido a él.

Un frente legal de ese complot está en la fiebre anti-uribista de la Corte Suprema de Justicia, quien ha mostrado celeridad y por lo tanto falta de profundidad en la estigmatización de parlamentarios uribistas, en lo que parece ser un camino para llegar a la inculpación del mismo Presidente. Esta vía es harto contraproducente para la institucionalidad del país, pareciera que se está copiando el modelo venezolano de inculpación de CAP, lo que finalmente llevó a la dictadura actual, cuidado Colombia con jugar con fuego, en manos de aprendices de bombero.

Por supuesto que esta vía es apoyada por la “ izquierda borbónica” como dice el analista político venezolano Teodoro Petkof, aquella que no aprende, representada acá por el Polo Democrático, quien en versión de sus 2 más significativos líderes Carlos Gaviria y Gustavo Petro, sueña con acaparar un supuesto descontento por la falta de institucionalidad, sin darse cuenta que como el boomerang, más bien le están dando apoyo a Uribe, pues un pueblo culto, como el colombiano le tiene horror al vacío de poder, y frente a una crisis institucional, le dan un cheque en blanco a quien la representa, quien no es más que el mismísimo Uribe.

Con cierta discreción y hasta timidez, se une a este frente los Liberales, liderados por el ex presidente Gaviria, en su terco afán de enfrentarse a Uribe y su gobierno por simplemente enfrentarse, sin darse cuenta de que ello redunda es un declive más pronunciado de su popularidad, convirtiendo al partido liberal, en un cascarón vacío y dándole la razón al ministro Palacio, de que en ese complot se unen dinosaurios ideológicos (el Polo) y resentidos del poder ( los Liberales).

Otro frente se abre con la autoinculpación de la ex representante Yidis Medina, la cual frente a la derrota de la primera vía arriba anotada, busca llegarle directamente al Presidente, quien ya ha sido llamado a averiguación preliminar en la Cámara. ¿ Que razón puede tener Yidis de contradecirse e ir a prisión por falso juramento, si lo que dice no incriminaría al Presidente? No puede haber otro que una fuerte financiación, que supere esos años de cárcel.

Finalmente está el obtuso frente de las FARC, quienes a pesar de haber botado su oportunidad histórica del Caguan, persisten en la vía armada, terrorista y suicida, sobre todo ahora luego de la muerte de su líder histórico Tirofijo. Se equivocan quienes creen que con el arribo de Cano al poder, se lograrán vías de entendimiento, al contrario, con él asume el poder una generación urbana, comunista y fundamentalista, que previó el ascenso al poder vía la guerrilla urbana y el PC3, proyecto factible cuando el Caguan, tiempo en que la FARC eran dominantes y los militares le hicieron saber a Pastrana que las FARC tenían posibilidades cierta de arribar al poder, no ahora que están diezmadas y solo sobreviven por la Coca, Ingrid y el apoyo de Chávez.

Si la vía legal y sinuosa de un golpe judicial se demostró infructuosa por lo débil jurídicamente y no haber interés económico sino mera pasión anti-uribista, las otras dos vías señaladas, aunque finalmente también se verán derrotadas, tienen un interesante elemento común: la fuente del financiamiento. Esta no puede ser más que Chávez, quien tiene petrodólares de sobra para financiar a las FARC , y en una sola remesa darle 300 millones de dólares, como lo prueba el PC de Reyes, y convencer crematísticamente a Yidis, de que por unos cuantos millones de dólares (¿10, 20?) pase unos cuantos años de casa por cárcel, con el fin de perjudicar a Uribe.

De esta manera, lo que no sería sino un circunstancial acontecimiento de política interna, se convierte en un peligroso hecho de Seguridad Nacional, ¿seguirá el gobierno de Uribe haciéndose la vista gorda ante tan peligrosa afrenta a la soberanía nacional por parte de Chávez? ¿ Continuará el liderazgo opositor haciendo el papel de tontos útiles de Chávez, por su pasión anti-uribista? De la respuesta a estas dos preguntas, dependerá la salud de la democracia y la integridad del Estado en Colombia.