20061109

Marx y Bolívar

Alberto López Núñez.

La entelequia chapista, llamada “Socialismo del Siglo XXI”, supone ser una síntesis del pensamiento de Karl Marx y Simón Bolívar. Mas allá de que es imposible compaginar el materialismo dialéctico de Marx, con el pensamiento liberal de Bolívar ( y mucho menos con su actitud conservadora de sus últimos años), es interesante el saber que pensaba Marx de Bolívar.

Un reciente trabajo pone muy en claro las confusiones del marxismo con respecto a Simón Bolívar, se trata del artículo en Lecturas de Fin de Semana del diario EL TIEMPO del pasado 28 de Octubre, intitulado “Marx y Bolívar; historia de un fraude”, del intelectual José Obdulio Gaviria ( asesor político del Presidente Uribe).

Señala Gaviria que Catlos Marx escribió; “ Bolívar fue el canalla más cobarde, brutal y miserable” y los marxistas, durante muchos años, creyeron a pies juntillas tal disparate”. El principal leit-motive del odio de los marxistas a Bolívar, fue la admiración de éste al pueblo e instituciones de los Estados Unidos (EU).

Pero ocurre, que como en todo, los marxistas son oportunistas en cuanto a Bolívar, pues nos dice Gaviria: “ La revolución Soviética tras el desmoronamiento de algunas metrópolis imperialistas europeas, dispararon procesos de liberación nacional de las colonias… He aquí el origen de ciertas redefiniciones hechas en los años treinta del siglo XX: a) el lema principal de los comunistas latinoamericanos pasó a ser la lucha contra el imperialismo norteamericano…b) se entronizó a Bolívar en el santoral de ese antiimperialismo ( siempre referido a EU, no a la hoy defenestrada URSS, que en el período de la Guerra Fría, fue también una superpotencia)”.

Este entrenamiento de Bolívar como antiimperialista es en palabras de Gaviria: “torcer el pescuezo al pensamiento de Bolívar”.Todo este fraude marxista respecto a Bolívar nace de una disparatada interpretación de una frase de una carta de Bolívar, que descontextualizándola, se hace ver a Bolívar como enemigo de los EU y visionario del imperialismo gringo.

Prosigue Gaviria: “Cobrando para sí el legado bolivariano, los marxistas latinoamericanos salieron a la palestra con varios ensayos: Gilberto Vieira, del Partido Comunista Colombiano, Carlos Irazábal, de Venezuela, José Antonio Mella, de Cuba y José C. Mariátegui de Perú, reivindicaron el acento en la lucha anticolonialista Bolivariana. Pero aplicaron el mismo método de Marx: falsificaron a Bolívar… Tomaron una frase, una sola frase aislada; y con ella disfrazaron a Bolívar como revolucionario marxista y “antinorteamericano”.

Gaviria estudia detalladamente el porque de la imposibilidad lógica e histórica de un Bolívar antinorteamericano, y al respecto nos dice: “La prodigiosa historia de los últimos treinta años del siglo XVIII nos enseña algunas cosas que parecen paradójicas para el grueso público. Por ejemplo: La declaración de los derechos del Hombre es un aporte histórico norteamericano, no francés…Bolívar representó ese pensamiento liberal y conoció los textos norteamericanos a los que se refirió amplia y elogiosamente”. Señala Gaviria como muestra de la admiración de Bolívar hacia EU, su interés por la presencia de EU en el Congreso Anfictiónico de Panamá (véase al respecto: Polanco Alcántara, Tomás: Simón Bolívar, 2004, Madrid, Ediciones Ge, pp 566-573); y el hecho de que Bolívar “conocía y tenía como referencia permanente el texto de la Constitución de EU”.

Sin referirse expresamente a Chávez, pero sin duda teniéndolo en su pensamiento, indica Gaviria: “Cuando se le ofreció que corriera por el tercer período, le dijo a Santander que prefería seguir el ejemplo de Washington” y cita a Bolívar: “la hermosa lección que nos ha dejado el héroe ciudadano, el padre de la gran república americana, no debe ser inútil para nosotros. El pueblo quiso nombrarlo nuevamente para la primera magistratura, generosamente mostró el peligro, aquel virtuoso general a sus conciudadanos, de continuar indefinidamente el poder público en manos de un individuo. El héroe fue oído, el pueblo fue dócil; la república americana en el día es el ejemplo de la gloria, de la libertad y de la dicha de la virtud. Tan grande, tan sublime lección me dice lo que debo hacer: también Colombia sabrá seguir noblemente a su hermana mayor”.

En un solo artículo de apenas dos páginas, Gaviria asesina intelectualmente a Chávez (lo cual en realidad es muy sencillo): a) demuestra la incompatibilidad entre marxismo y bolivarianismo, b) indica el fraude que los marxistas latinoamericanos hacen con Bolívar, c) demuestra inobjetablemente, no sólo que Bolívar no era antinorteamericano, sino que mas bien incitó a seguir el ejemplo de ese país, d)demostró, a través del ejemplo de Washington y en las propias palabras de Bolívar, el peligro de la reelección indefinida.

En este artículo, aunque no se puede probar que esa fue su intención, Gaviria logra descarnadamente probar que Chávez es un farsante.