20060816

Decíamos hace 15 años

ALBERTO LOPEZ NUÑEZ.

EL 15 de Agosto de 1991 tuve el honor de ser el Orador de Orden de la Sesión Solemne del Consejo de Cárdenas ( Táriba-Táchira) con motivo de la Fiesta de la Patrona y el Día de la Ciudad. Luego de una breve sinopsis histórica del terruño, me dediqué a una reflexión personal acerca del panorama del país.

Decía en ese entonces:

“ La irrupción del petróleo en la escena nacional fue un evento decisivo en la transformación histórica de nuestra Patria… Es indudable que nuestra crisis actual es una clara secuela de los efectos perversos del petróleo”.

“ Ese predominio de la improvisación de la que nos habla Briceño-Irragory, es la causa fundamental de lo que nos indica hoy el historiador Manuel caballero y es que nuestro problema fundamental… es la ausencia de un proyecto nacional”.

“Nuestros líderes políticos comprendieron que el objetivo fundamental no era solamente instaurar el sistema democrático, sino el asegurar su estabilidad, de allí el Pacto de Punto Fijo Y el proceso de elaboración de nuestra Constitución, hace ya 30 años, dentro de un espíritu consensual”.

“Aquí desgraciadamente nos encontramos con otro de los efectos perversos del petróleo, nuestra mentalidad rentista, la cual nos ha impedido comprender que no puede haber redistribución sin crecimiento y que este último tiene como condición indispensable la productividad”.

“ Los partidos son consustanciales con la democracia, debemos ratificar la necesidad de un sistema de partidos fuerte y dinámico…. Debemos enfatizar que no son los partidos los únicos culpables de la actual situación de crisis; hay una culpa colectiva de todo nuestro liderazgo, no sólo el político, sino también el económico, sindical, religioso y cultural. Lo que si se debe discutir es un replanteamiento del rol a jugar por ese liderazgo político, y por sobre todo, un adecentamiento de los patrones éticos y morales del mismo”.

“ El planteamiento fundamental que requiere nuestro sistema político en estos momentos es la destalinización del funcionamiento de los partidos y una mayor apertura hacia la Sociedad Civil”.

“Si en algo se ve patente la crisis de nuestro país es sin duda alguna en nuestra grave problemática social… Es imperativo el establecer un proyecto nacional, con la más amplia base de sustanciación consensual, que tenga como meta prioritaria la superación de la problemática social planteada”.

“En esta hora de crisis que vive Venezuela debemos insistir en lo fundamental que el petróleo representa para nuestro país y él en si no es ni bueno ni malo, sino que nuestro futuro depende de cómo utilicemos los recursos que él nos depara. Debemos insistir en lo primordial que lo social representa para el futuro de nuestro país, estamos entrando en la Venezuela post-petrolera y esa Venezuela del futuro dependerá de nuestras acciones en el presente, como lo indica el poeta Juan Liscano: Que patria o que desastre, que porvenir o que expiación, que arcángel o que bestia nos esperan en las últimas olas del petróleo suntuoso”.

Lamentablemente, como bien lo sabemos, el liderazgo nacional no se interesó en rectificar, el año siguiente hubo un intento de golpe por un grupo de felones militares dirigidos por Chávez, y el liderazgo político, conducido por Caldera y “Los Notables”, ensalzó el golpe frustrado y desencadenó la marcha de la locura que caracterizó la disolución de la democracia.

Es por eso que desde hace 8 años pasamos de la crisis al caos; hoy nos encontramos con un país en disolución, bajo la férrea dominación de una pandilla comunista, que despilfarra los recursos petroleros y ha agravado la problemática social, convirtiendo a la mayoría de los Venezolanos en un lumpen dependiente de las migajas populistas que les lanza el tirano. Es pues el momento de comenzar desde cero, planeando la resistencia a la dictadura, elaborando un proyecto nacional consensual, que sirva de patrón a la acción de un futuro régimen democrático nacido de esa resistencia.

Ojalá que esta campaña electoral sui generis, pues no habrá elecciones democráticas bajo el manto de la dictadura chavista, sirva de comienzo de esa resistencia democrática, comenzando por denunciar el fraude que se avecina, y que Manuel Rosales tenga el guaramo suficiente para unificar la oposición, en ese sentido.