ALBERTO LOPEZ NUÑEZ
El celebre periodista argentino, Andrés Oppenheimer, acaba de publicar su ultima obra de periodismo investigativo “Cuentos Chinos” (Plaza & Yánez, 2005).
Se trata de un libro de lectura obligatoria para toda aquella persona que esté interesada en estar al día sobre la realidad geopolítica y socioeconómica de la América Latina.
El libro se basa en una gigantesca investigación a nivel mundial, en la cual Oppenheimer entrevista personalmente a decenas de actores de la política económica de varios países (otros tantos siendo entrevistados vía telefónica o por e-mail).
El tema de esta obra es seductor, apasionante y frustrante (para los latinoamericanos) a la vez: se trata de analizar la diferencia entre el desarrollo de las economías emergentes y el estancamiento económico de América Latina.
Destacan los capítulos dedicados a China e Irlanda, por una parte (sin olvidar los dedicados a varios países de Europa del Este), y a Argentina y Venezuela, por la otra.
China es el paradigma del desarrollo económico impulsado por la adopción de la economía de mercado. Oppenheimer nos demuestra con pruebas fehacientes como el desarrollo de la China en las dos últimas décadas está basado en un capitalismo sin ambages. Están absolutamente desactualizados quienes todavía ven a China, como prototipo del socialismo, la difusión de la economía de mercado allá es generalizada, y es gracias a ella que se ha logrado ese colosal desarrollo chino de los últimos tiempos.
Irlanda es el paradigma de cómo un país atrasado se convierte en una nueva potencia económica, gracias a una política de desarrollo basada en la innovación y el incremento de la productividad; todo enmarcado, por supuesto, dentro de un régimen de economía de mercado.
El capítulo más completo es el de Argentina (quizás debido a la nacionalidad argentina del autor). Argentina es el paradigma de cómo un país sigue el camino exactamente inverso del marco ideal: de medianamente desarrollado, rico, productivo y dominante en el comercio internacional; a un país sub-desarrollado, pobre y endeudado, improductivo y dependiente. De antología es el insulto que le propicia el presidente Kirchner a Oppenheimer, demostrando una inmensa ignorancia en economía y hasta en cultura general.
El “caso Venezuela” es patético. Es el paradigma de un país rico que no ha sabido invertir su riqueza para el desarrollo, y peor aún que debido a la acción de sus “elites” oportunistas se ha envilecido, eligiendo como presidente de la república a un militar felón, símbolo de la barbarie, que ha destruido toda la institucionalidad del Estado y embarcado el país en un camino de atraso y empobrecimiento inimaginable en este país. Para Oppenheimer el régimen chavista no es más que una autocracia socialista-narcisista.
En conclusión, la explicación del desarrollo de las economías emergentes se debe a la adopción de políticas económicas, basadas en la impulsión de la educación y la productividad, dentro de un marco de economía de mercado; el estancamiento de América Latina, a los “cuentos chinos” promulgados por los regímenes populistas y socialistas dominantes en este continente.
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